[vc_row][vc_column width=»1/1″]Hoy os cuento una historia que ocurrió hace tiempo a una amiga que trabajaba en una tienda de Vinos.
Tenía un cliente asiduo, que compraba buenos y caros vinos para su bodega particular.
Durante un tiempo no acudió a sus compras , pero un buen día volvió a la tienda dónde mi amiga le preguntó qué le había ocurrido, y este señor contestó:
-He estado a punto de morir debido a un infarto, y durante mi recuperación he pensado que si yo moría mi mujer tendría un nuevo marido y él se bebería mis vinos, así que he decidido bebérmelos todos.
Claro, esta historia, que juro es verídica, nos hace reflexionar.
¿Para quién guardamos los vinos que tenemos en la bodega? O más bien, ¿para qué?
¿Es una forma más de demostrar poder adquisitivo? ¿Conocimiento? ¿Amor por el vino? ¿Para impresionar a nuestros amigos?
Indudablemente tener una bodega aunque sea modesta, ya implica hacer una mínima inversión en algo que ni necesitas ni vas a tomar hoy, así que yo me quedo con la primera:
DEMOSTRAR PODER ADQUISITIVO,
ésta me encanta porque siempre he oído hablar de las mejores bodegas privadas y nunca he tenido acceso a ninguna de ellas, ni tan siquiera una imagen…sería maravilloso poder preguntarle a sus propietarios…-pero usted ¿desea beber estos vinos, o son sólo para fardar?? ¿Y si le da un infarto, quién se los beberá??
CONOCIMIENTO Y AMOR, si también puede ser, pero me gusta más la primera.
Me gusta la idealizada idea que el vino mejora con los años, que lo cuido a temperatura constante, sin ruidos ni vibraciones, sin luz.. pero no me desagrada la idea de consumir algo que me acabn de recomendar en mi tienda de cabecera.
La segunda pregunta que me viene a la cabeza sobre este tema es…
¿ Con que criterio decidimos guardar vinos?
He conocido un par de bodegas en las que había mucho vino, pero elegido sin criterio alguno, con vinos de cosecha y crianzas… crees que son los mejores para guardar en bodega?? NO.
Para tener una bodega privada (mínimamente decente) hay que elegir los vinos con cabeza, y con un buen asesoramiento, por ejemplo el de tu sumiller de cabecera.
Los mejores vinos a buen recaudo, y sin presumir mucho, no sea que nos veamos forzados a abrirlo con el invitado erróneo.
y la selección de vinos más » de cada día» (buenos claro, que en E&M no tomamos malos vinos) más a la vista, mínimo y diría que máximo 6 botellas para hacerle un seguimiento.
Y por supuesto el formato MAGNUM, que adoro, para sorprender a los amigos es lo más, porque un botellón MOLA.
Yo que no tengo una gran colección, espero que si estiro la pata antes de haberme bebido mis vinos, que por lo menos los que queden, se los tomen para brindar por los vinos que a mí me hicieron feliz.[/vc_column][/vc_row]