El nuevo Año siempre está plagado de nuevos propósitos, aunque seamos sinceros, nuestra buena fe de mejorar se desvanece en cuanto tenemos que volver a la rutina diaria, al trabajo, a los quehaceres diarios. Y siempre buscamos una buena excusa para mirar para otro lado y de una forma habitual, fácil y cómoda volver a hacer lo mismo que hacíamos.
De unos años hasta el día de hoy, mi forma de ver los propósitos es con una mirada al pasado, intentando recordar TODO lo que he conseguido, todas las cosas que he hecho, lo que he intentado y lo que ni siquiera comencé.
Y me reconforta mucho más que mirar al futuro.
A principios del 2018 miré a mi 2017 y me sentí orgullosa de mí misma, de mi valentía, de volver a viajar sola (os parecerá poco arriesgado, pero una madre siempre sufre…) vi que entendía el concepto completo de familia, que ser valiente es arriesgar y es ser muchas cosas a la vez.
A principios del 2019 me di cuenta que en 2018 tomé decisiones muy fuertes, como quitarme amistades que con el tiempo habían ido madurando, pero no hacia el “lado bueno”, sino hacia el compromiso, la confianza mal interpretada y sobre todo el costumbrismo. ¿en serio tenemos que conservar amistades que no te aportan nada? Fue un gran año 2018 y una gran decisión.
A principios del 2020 (ahora) miro mi 2019 y veo una mujer fuerte que ha aprendido a quererse, a PERDONARSE por todo lo que no llego a hacer (solemos castigarnos!!) que dejé de fumar, que asenté otras amistades, estuve más tiempo con mis padres, estuve con mi prima a la que adoro, que comprendí mi vida con mis hijos más mayores, y que todo lo que te pasa tiene un aprendizaje, entre otras cosas!! Porque sinceramente, ni volví al gimnasio, ni dejé de tomar café , ni fui tan valiente como para contestar a esas personas que suelen ser impertinentes, pero que quizá cuando mire al 2020 desde la distancia, vea que si lo pude hacer.
En 2019 me cuestioné para que sirve escribir o publicar en redes sociales, ,me pregunté ( y pregunté a los demás) cual era el fin de todo esto, ¿alimentar nuestro ego? ¿es una competición a ver quien sabe más? Y no es un no, pero tampoco un si.
Si escribes sobre algo, es porque te gusta, te apasiona y la generosidad de compartirlo es muy libre, el problema viene cuando esperas el reconocimiento de los demás, y yo en 2019 decidí no esperar nada, como cuando eres padre o madre, dar sin recibir. Y como dice la canción, vivir mi vida, la la la la!!
No hagamos propósitos, hagamos pequeñas cosas que cambien nuestro entorno, nuestro día a día. Y cambiará nuestro mundo.