Yo siempre he sabido que Amélie Poulain vive dentro de mí.
La primera vez que vi el film, del director Jean Pierre Leunet (2001) supe que así era. (Amélie el film-Wikipedia)
Tirar piedras al agua para hacer ranas, meter las manos en los sacos de legumbres, pensar en asuntos sin importancia, y mirar las formas de las nubes mientras me persigue esa música circense de noria y esa luz en la oscuridad.
Una noche todo eso cambió en una cena, en un círculo de gente “influyente”, me dijo Literalmente un crítico de Cine: -Esa peli es una mierda!, ¿¿queeeee??
Sí, una mierda sin sentido…así me quedé, sin sentido, porque algo que a mí me hacía feliz, a otro no sólo no le gustaba, sino que le horrorizaba.
La cena terminó sin postre, yo me bebí todo el vino con mi mejor sonrisa para evitar hablar más, ya os podéis imaginar… claro que no llegó la sangre al rio, pero aprendí dos cosas, que a la gente grosera no se le devuelve su propia grosería y que nadie debe matar a las mujeres que viven dentro de ti.
Porque las mujeres no somos sólo una, somos muchas, y a lo largo de tu vida puedes desarrollar muchas facetas que creías no tener, o tan sólo había que despertarlas, la creatividad, la feminidad, la hombría, ser más o menos romántica, la valentía de emprender, de ser madre, hija, tía, sobrina, nieta, amiga, amante!! Todas las mujeres, las buenas, malas, perversas y santas… y quién te debe decir cual de ellas vive ahora dentro de ti? Tan solo tú.
Por mi parte de esa experiencia, debido a mi juventud (han pasado 16 años) guardé mi lado más Poulain y cinematográfico, y me dediqué a otros quehaceres de la vida más convencionales y tradicionales, pero sin perder mi esencia, sin perder a esa niña ilusionada.
Por suerte en mi vida encontré a alguien que supo sacar lo mejor de mí y ha sabido aprovechar mis grandes defectos (con cagadas monumentales) y convertirlos en virtudes y en la persona que soy hoy, llenar de amor mis días y mi camino, y poco a poco crear un camino juntos. A veces la vida te lleva por caminos más largos, pero también más sinuosos, difíciles y bellos, aún sin buscarlos. Con el respeto hacia lo que uno siente o lo que a uno le gusta, sin juzgar nada.
Mis placeres
- Beber café recién hecho, con la casa aún en silencio
- Descubrir un aroma nuevo
- Darle besos a mis hijos mientras duermen
- Escuchar a Frank Sinatra tumbada en el sofá
- Reconocer sitios de Madrid en las pelis de Cine de Barrio
- Mover los dedos de los pies dentro de la cama
- Beber Champagne Gosset Rosado
- Poner el dedo índice en el grifo, hasta que el agua sale caliente
- Salir a la calle en invierno y que un rayo de sol te acaricie la cara
- Los besos mañaneros
- Mirar como duermen mis gatos
- Comentar un vino en la mesa de mi cocina, sin prisas, sin pausas, sólo con mi familia.
- El silencio de mi casa.
- El bullicio de mi casa cuando está hasta arriba de amigos y de niños.
- Pintar muebles o lo que sea, la mona, por ejemplo.
- Cocinar para mi familia.
- Hacer pan para desayunar
Propósitos para el 2018
- Utilizar menos plástico
- No tomar productos que contengan aceite de palma.
- Ser más eco, y aunque ya llevo bastante avanzado, veo que genero demasiada basura.
- Ver más veces el mar, y bañarme, que luego cuando estoy allí, ni me acerco al agua.
- Usar más cachemir y algodón orgánico.
- Buscar esos vinos que me hacen feliz.
- Seguir siendo la Amelié Pulard que me enamoró un día.
- Seguir haciendo feliz a la gente que me quiere.
Os deseo a todos un Feliz 2018, que todos pongamos nuestro granito de arena para vivir en un mundo mejor.
Ester Rico.