Yo sé que juego en casa, con ventaja sobre muchos, lo sé.
Tengo cerca y a mano muchos vinos que puedo probar.
Lo sé, que he tenido oportunidad de probar muchos vinos buenos buenísimos y malos malísimos!!
Pero qué ocurre cuando…. ONCE UPON A TIME….
Cuando un día te das cuenta que ya no sabes oler, que no hay aromas, que todo es neutral, insípido, isulso…
Por experiencia propia lo sé, me ha ocurrido… un día me dí cuenta que las copas ya no tenían frutos rojos, ni vainillas, ni el desagradable corcho, no había nada.
¿DONDE ESTÁN LOS AROMAS?
(Sólo sé, que no sé nada)
En qué rincón de mi cabeza anda todo lo que he leido sobre viticultura, enología, bodegas….¿se ha perdido?
¿DÓNDE ESTÁN LAS PALABRAS? Mudita me quedé.
Gracias a este blog y casi dos años para reflexionar (soy lentita, lo sé) he caído en la cuenta que….
A veces, en la vida, hay que tomar tiempo y distancia para darse cuenta de lo que uno AMA en realidad,
pero eso que amas te puede agotar, anular y sobrepasar.
Eso nos pasa normalmente, en la vida cotidiana, a las madres (o trimadres como yo), que estás sobrepasada de niños, pero a la hora de dejarles en casa de la abuela, llamas para preguntar que tal y decirles lo mucho que les echas de manos.
Tomé tiempo y distancia, creé otras cosas muy bonitas en mi vida, muy enriquecedoras, importantísimas para completar el puzzle de la vida.
Me encanta el vino y su mundo, pero no nos volvamos monotematicos, porque hay miles de cosas que te pueden enriquecer como el deporte, la lectura, los amigos, viajar, escuchar, ir a un concierto, ir de compras con tu mejor amiga, hablar de lo bueno que está David Beckam, pasear, bailar a lo Michael Jackson, tener hijos… en fin hay todo un mundo 360º de cosas maravillosas por hacer…eso sí, regado con un buen vino.